Bruto Infernal (Parte 1 de 2)

Camino a la gloria. Los guerreros del Caos pueden luchar juntos como un solo ejército, pero cada individuo emprende su propio viaje personal. Se denomina el Camino a la gloria, y en este camino buscan ganar el reconocimiento y el favor de los Poderes Oscuros del Caos. Los sirvientes del Caos están motivados por la ambición egoísta y cada uno sigue su propio camino, guiado por su codicia y arrogancia.

A medida que atraen la ambigua atención de los Poderes del Caos, los más afortunados son bendecidos con dones que les otorgan beneficios y poderes que van más allá de lo que la loca imaginación. Los usan al servicio de sus dioses para mantener el favor y los beneficios de sus oscuros patrones. Estos dones consisten en potentes poderes psíquicos o una mayor fuerza y carne transmutada. Para los que se adentran en el Camino a la gloria, solo hay dos resultados posibles: la ascensión o la condenación.

Unos pocos siguen el camino y eventualmente ascienden a la condición de demonios, pero la gran mayoría no soporta los dones y son condenados. Algunos pierden el favor de sus patronos. Los que fallan o se salen del camino son maldecidos para siempre, y se unen al resto de sus filas como Engendros del Caos balbuceantes y mutados.