Carl Ransom Rogers

Carl Ransom Rogers representa la línea divisoria entre las dos grandes tendencias culturales de la década de 1950: el pragmatismo estadounidense y la tradición psicoanalista europea. Su teoría se basa en ambas, pero Rogers elabora su personal concepción optimista del hombre, que es capaz de entender cuáles son sus exigencias y cómo satisfacerlas. Con el libro Psicoterapia centrada en el cliente, de 1951, da inicio a una nueva manera de hacer psicoterapia: el paciente ad-quiere autonomía y dignidad, por lo que se con-vierte en cliente, y el psicólogo deja de ser el poseedor de la verdad absoluta y se transforma en una figura al mismo nivel, que facilita el proceso del individuo sin influenciarlo. Hay un respeto to-tal para el otro, cuyo punto de vista es decisivo si se trata de decisiones que le afectan. Durante su carrera, Rogers ha tratado con chicos difíciles y ha estudiado la eficacia de los grupos terapéuticos, hasta intentar modificar la manera de ir a la escuela, para llegar a decir que «el hombre es un organismo digno de confianza».